La esperanza de Pandora
“La esperanza es lo último que se pierde” ¿Será? En estos tiempos de encierro eso nos gustaría creer, pero a veces hasta eso parece que se fue”
¿De dónde viene esta idea de que la esperanza es lo último que se pierde? Cuentan las leyendas de la mitología griega que su origen está en la caja de Pandora, un recipiente creado por Hefesto por orden de Zeus que contenía todos los males del mundo y un bien, que era la esperanza. Pandora recibió ese recipiente como regalo de bodas, con instrucciones de no abrirlo nunca (¡vaya regalo! … una caja que no sé qué contiene y que no puedo saberlo) La enorme curiosidad de Pandora la llevó a abrir la caja para ver qué había dentro. Al hacerlo escaparon todos los males. Cuando Pandora se dio cuenta de que la había regado, la cerró corriendo pero el mal ya estaba hecho y lo único que quedó dentro fue la esperanza. De ahí que la esperanza es lo último que se pierde.
Como en todo hay otras versiones que dicen que la caja estaba llena de virtudes que se escaparon y otros que interpretan que en realidad la esperanza era otro mal, porque denota carencia y pasividad. De hecho la palabra esperanza viene de esperar. Según la Real Academia Española también es un estado de ánimo que surge cuando se presenta como alcanzable lo que se desea.
Entonces la esperanza puede ser un mal que denota carencia y pasividad o puede ser lo último que nos queda para soportar catástrofes y desdichas. Según nosotras, la esperanza puede ser el último clavo del que agarrarse antes de claudicar. Queremos creer que es algo bueno y no un mal, porque pensamos que es lo que nos lleva a no dejarnos derrotar. Por eso creemos que la esperanza es lo último que se pierde y que si la pierdes te puedes descalabrar.
Conocí la esperanza y el temor, esos dos rostros del incierto futuro
¡Bendita seas, esperanza, memoria del futuro, olorcito de lo por venir, palote de Dios
Jorge Luis Borges “El tamaño de mi esperanza”