Tres sospechas y precisiones sobre eso que llaman terapia psicoanalítica. Segunda parte

#Psicoanalista

Psicoanalista ¿Quién es ese extraño?

Hemos visto hasta en sueños la figura de un señor barbón, callado, mano sobre la barba, ojos semicerrados, como quien intenta descifrar lo indescifrable y aguarda sentado con una libreta en la mano en la que escribe quién sabe qué.

Esta imagen pudo haber sido cierta, no lo sé.

Lo urgente es poner sobre este paisaje llamado terapia, a un ser humano colmado de curiosidad sobre la vida, sobre su vida y sobre la tuya. A un ser que por voluntad, por vocación y convicción, se presenta para ser quien escucha, acompaña, mira con profundidad, piensa el pensar, el hacer, el soñar y nutre con su experiencia académica y desde sus propias entrañas la narración con la que un día llegaste y que era dolorosa, confusa e incluso inaceptable .

Neruda decía “ser es ser visto” y en este sentido yo agregaría que en psicoanálisis ser es ser visto y conocido en un espacio en el que lo apremiante eres tú y la experiencia de la verdad que está aguardando por ser develada, aunque eso no puede ocurrir en cualquier lugar, como ya lo hemos mencionado antes.

 

Al psicoanalista lo acompaña su formación, su técnica, es decir, una profesión que tiene detrás años de construcción no sólo a nivel teórico sino también en autoconocimiento. Un psicoanalista que esté de frente a ti se habrá enfrentado antes a su propia experiencia analítica por muchos años. Jamás será perfecto, como también se ha imaginado que lo es en más de una ocasión pero gozará del beneficio de un entrenamiento en la escucha profunda, en la interpretación de los hechos, en la observación exhaustiva y en la comprensión de los vínculos humanos pero sobre todo en tolerar la incertidumbre que provocan los espacios anteriores al hallazgo de la verdad.

Continuará……

Post by Centro K

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